Los materiales pueden ser de titanio o aleación de cromo-cobalto incluso se usa la cerámica en la fabricación de los cotilos y cabezas femorales. Pueden utilizarse prótesis selladas con un cemento de polimetilmetacrilato y las PTC no selladas en las que su unión al hueso se debe a su material poroso que permite el crecimiento del hueso integrando el componente. Además, existen varios modelos de prótesis cuya elección depende, principalmente, del tipo de paciente y la experiencia del cirujano.

¿Qué es la Artrosis de Cadera (Coxartrosis)?

La artrosis de cadera es una degeneración de la articulación que forman la cabeza del fémur y la parte de la pelvis en forma de copa con la que articula: El acetábulo o cotilo. La artrosis en la cadera, también conocida como coxartrosis,  es hoy en día una de las enfermedades más frecuente en las personas de mediana edad y edad avanzada en los países desarrollados, sólo por detrás de la artrosis de rodilla. Puesto que la cadera juega un papel importante en el equilibrio y soporte del cuerpo, la coxartrosis puede considerarse como una de las artrosis más invalidantes.

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La movilidad de una cadera sana es múltiple, la articulación puede flexionarse, extenderse y rotarse sin dificultad ni dolor soportando el peso corporal, gracias a un tejido altamente especializado que la recubre: El cartílago. Este tejido es blando a la par que resistente y resbaladizo (baja fricción) y protege y amortigua los extremos de los huesos que forman la cadera (cabeza del fémur y acetábulo en la pelvis). El cartílago, a diferencia de otros tejidos como los huesos o los tendones no tiene capacidad de auto-reparación.

En una persona con coxartrosis, el cartílago de la cadera comienza a degenerarse, desgastándose y dejando expuesto el hueso que se encuentra por debajo. El movimiento de la articulación, por tanto, genera dolor en la zona donde el hueso no está protegido por cartílago. El dolor de la cadera se localiza  a nivel de la ingle en la mayor parte de los pacientes, seguido en frecuencia por dolor en la nalga de la cadera afecta o en la cara interna del muslo. Hay ocasiones en las que el dolor se manifiesta en las rodillas confundiéndose con alguna patología de esta última articulación, sobre todo con una artrosis de rodilla. Esto es mas frecuente de lo que uno podría pensar, por ello en consulta os pedimos una tele-radiografía completa de las piernas cuando acudís con síntomas compatibles con artrosis de rodilla.

En las fases iniciales de la enfermedad, el dolor se relaciona con la actividad física como puede ser el caminar o subir escaleras, mejorando con el reposo. La aparición del dolor es progresiva, aumentando a medida que evoluciona la enfermedad. A medida que la artrosis avanza, el dolor va en aumento apareciendo incluso en reposo llegando a despertar al paciente durante la noche.

Si la enfermedad progresa lo suficiente y el cartílago se desgastan por completo, el hueso del fémur y el acetábulo entran en contacto y crecen de manera reactiva. Este crecimiento forma unos picos o espolones de huesos que conocemos como osteofitos. Estos osteofitos son los causante de la pérdida de movilidad, sobre todo, a la rotación interna. Es muy frecuente que además del dolor nos contéis que hace meses o años que ya no sois capaces de cruzar las piernas, algo muy llamativo en la artrosis de cadera en comparación con otras articulaciones. Si la pérdida de movilidad continua, puede aparecer lo que los traumatología llamamos un flexo de cadera, es decir, el paciente mantiene una cierta flexión por incapacidad para extender completamente la cadera. Esto se nota sobre todo al intentar dormir boca abajo, lo que se hace muy difícil en una coxartrosis avanzada.

Otros síntomas como la cojera o la limitación de algunos actos cotidianos como la dificultad para sentarse y levantarse de una silla, son también muy típicos.

 

¿Qué causa la Artrosis de Cadera?

No se puede hablar de un factor único como causante del desarrollo de artrosis de cadera. En la mayoría de los casos, la causa suele deberse a una combinación de factores. Existen una serie de “factores intrínsecos” que muestran una mayor propensión a desarrollar artrosis de cadera, sin que los podamos modificar. Entre éstos podemos destacar principalmente dos:

Genética: Se ha observado una vinculación entre ciertos genes y la artrosis, de hecho, cada día damos más importancia a la genética si bien no la podemos modificar a día de hoy. Se han identificado genes responsables del colágeno, proteína principal del cartílago, en los que su defecto da una mayor probabilidad de desarrollar artrosis.

Edad: La poca capacidad del cartílago de repararse disminuye con la edad. De hecho, la cifra de artrosis aumenta claramente en cada década de vida. Es una enfermedad relativamente frecuente a partir de los 50-55 años.

Por otra parte hay otras características de los pacientes, que si bien no van a ser causas puras, van a acelerar el desarrollo de la artrosis, entre ellos:

-El Sobrepeso: Al ser una articulación de carga (al igual que la rodilla o el tobillo), cuanto mayor es tu peso, mayor es el peso que tienen que soportar tus caderas y más rápido se desarrolla la artrosis

– El Uso excesivo: Ciertas actividades laborales y deportivas están asociadas con la artrosis por el uso repetitivo y el aumento de estrés al que se somete la articulación.

La artrosis de cadera puede ser primaria, es decir, se desarrolla sobre una cadera sana; o secundaria, en la que el desarrollo de la enfermedad se debe a la existencia de una patología ya existente como puede ser enfermedades de la infancia (Enfermedad de Perthes displasia del desarrollo), síndrome de choque acetabular, necrosis de la cabeza femoral, artropatías inflamatorias (Artritis Reumatoide, Lupus…) Además de estos, existen otros factores causante de la artrosis, como el haber padecido un traumatismo o una lesión previa de la articulación de la cadera. Los pacientes que han sufrido una fractura de cadera o de cotilo, tienen como principal complicación a medio-largo plazo el desarrollo de coxartrosis.

 

¿Cómo se me diagnostica la Artrosis de Cadera?

Para el diagnóstico de artrosis de cadera basta con una radiografia simple de frente de pelvis y cadera y otra radiografia axial de cadera. Allí podremos ver los cambios característicos y clasificar el grado de artrosis. Entre los signos radiográficos se encuentran:

Disminución del espacio articular: es un signo indirecto de la pérdida de cartílago articular, ya que este último no es visible mediante una radiografía.

Osteofitos: Para compensar la pérdida de cartílago, los huesos dañados pueden comenzar a crecer y formar dolorosos espolones que llamamos osteofitos.

– Esclerosis subcondral: El organismo aumenta su densidad. Debido a la falta de cartílago, el hueso subyacente cambia de características como consecuencia de la sobrecarga sometida. En la radiografía se puede observar una línea nítida más blanca siguiendo la silueta de la articulación.

En los casos menos avanzados dónde la artrosis aun no es visible en la radiografía pedimos una resonancia magnética de la cadera para ver cambios menores en el cartílago. Además, Esta prueba también es útil para descartar la presencia de patologías que pueden cursar con sintomatología parecida a la artrosis de cadera y que en sus estadios iniciales no se manifiestan en una radiografía como son la necrosis avascular de la cabeza femoral o una fractura de estrés.

También es muy importante la exploración clínica para el diagnóstico, comentada anteriormente. La realización de una correcta historia clínica, exploración y radiología simple lleva al diagnóstico en muchos casos sin necesidad de otro tipo de pruebas, o a sospechar otras causas.

 

¿Cuál es el Tratamiento de la Artrosis de Cadera?

La artrosis de cadera es un proceso lento y progresivo que no se puede ser revertido,  por lo que el tratamiento inicial va dirigido a enlentecer su progresión. Esto se hace controlando los factores de riesgo que aceleran la progresión, individualizando cada caso, y averiguando cual es el factor de riesgo de cada paciente que está haciendo progresar la artrosis.

Es muy importante que el paciente tenga una participación activa en el diseño del plan terapéutico y en las decisiones que se vayan tomando en cada etapa de la enfermedad. Otros factores como la intensidad del dolor, el grado de discapacidad o los deseos y expectativas del paciente también deben ser considerados a la hora de planificar el tratamiento. Existen pacientes que acuden a nuestra consulta con una coxartrosis muy avanzada y en los que el único tratamiento efectivo va a ser la prótesis de cadera, y otros que acuden por un dolor cambiante de poco tiempo que resulta ser finalmente el comienzo de una artrosis en la cadera.

En cualquier caso, una vez diagnosticada la artrosis de cadera, podemos dividir los tratamientos disponibles en dos tipos: Los tratamientos no quirúrgicos y la prótesis de cadera.

 

Tratamiento Conservador de la Artrosis de Cadera

Como la artrosis empeora con el transcurso del tiempo, cuanto antes inicie el tratamiento mejor será el resultado. Lo primero que hacemos ante un paciente con artrosis es diseñar un plan de tratamiento personalizado para aliviar el dolor y reducir la rigidez de la articulación:

– Ejercicio físico:

La actividad física regular es muy importante  para mantener el tono de la musculatura. Los músculos además de ser el motor que mueve las articulaciones, son amortiguadores de las mismas, evitando que el peso corporal sea cargado por el cartílago de la cadera. Ejercicios como bicicleta, elíptica o incluso series repetitivas de sentadillas suaves y musculación excéntrica son buenas opciones de actividades de bajo impacto

– Pérdida de Peso: 

Es otro de los pilares del tratamiento ya que como articulación de carga, la cadera soporta presiones cuatro veces superiores al peso del cuerpo en cada paso, debido a la inercia de la marcha. Es muy importante animar a los pacientes no solo a disminuir el peso sino a mantener esa pérdida ya que se consigue alivio del dolor y mejoría funcional.

– Métodos farmacológicos:

Si el dolor afecta tu rutina diaria, o no se alivia con el paso del tiempo, os solemos incorporar algún medicamento para controlar el dolor. No hay que olvidar que cualquier analgésico o anti-inflamatorio sólo trata los síntomas y no cambia el curso de la enfermedad, a lo que debemos unir que todos ellos tienen efectos secundarios perjudiciales.

Con otra filosofía distinta encontramos los llamados Modificadores de la Enfermedad. Se trata de suplementos alimenticios de venta sin receta, como la glucosamina y el sulfato de condroitina, que pueden aliviar el dolor con muchos menos efectos secundarios, si bien su eficacia es mucho menor que la visco-suplementación o infiltración de ácido hialurónico.

Infiltración de ácido hialurónico:

 Infiltramos este compuesto natural de la articulación en grandes cantidades buscando un doble efecto; engrasar la articulación (corto plazo) y estimular el crecimiento del cartílago en la medida de lo posible (medio plazo). Esta terapia de inyecciones suele además aliviar los síntomas de la artrosis en pacientes que no responden a otras opciones no quirúrgicas. A diferencia de la rodilla, la articulación de la cadera se encuentra en un plano más profundo y por tanto estas inyecciones son técnicamente más difíciles. Es necesario el control bajo rayos X o ecográfico para infiltrar la articulación. Yo utilizo ecografía en consulta para infiltrar la cadera, lo cual no necesita anestesia y es mucho mas rápido que entrar en quirófano para utilizar rayos

(Para mas información ver Aqui Infiltraciones)

Infiltración de Factores de crecimiento intrarticulares (PRP).

Esta técnica consiste en obtener sangre del propio paciente y centrifugarla para obtener una concentración de los factores de crecimiento que hay de manera natural en las plaquetas de la sangre. Posteriormente los infiltramos en la articulación para que estos factores estimulen a las células del cartílago (condrocitos) para que reparen el cartílago. Por lo tanto, depende de la capacidad del paciente de reparar.  Si bien la filosofía de este tratamiento es bastante natural, hay que seleccionar bien el tipo de paciente y tipo de lesión antes de indicar esta terapia. Con una filosofía similar hoy en día se utilizan las Células Madre, las cuales sal igual que los PRP buscan revertir parcialmente los cambios artrósicos y así retrasar o evitar la prótesis de cadera. Nosotros al igual que el hialurónico los ponemos utilizando ecografía, teniendo el proceso total (extracción e infiltración) una duración de menos de 1 hora. 

 

En los casos en los que todo esto ha fallado, o en los paciente con gran limitación y artrosis avanzada, el tratamiento mas eficaz y mas seguro sigue siendo a día de hoy la prótesis de cadera.

Prótesis Total de Cadera 

La prótesis de cadera consiste en la sustitución completa de la articulación de la cadera, es decir, cambiamos el fémur próximal (la bola) y el acetábulo de la pelvis (la copa). Se diferencia de la prótesis parcial, en que en esta última sólo se sustituye el fémur y la utilizamos sólo en los casos de fracturas de cadera en pacientes mayores.

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Según el implante los materiales son de titanio o aleación de cromo-cobalto. Siempre se incorporan superficies de deslizamiento para que actúen de nueva articulación, para lo que utilizamos polietileno y metal, o  cerámica en los pacientes mas jóvenes. A la hora de implantar la prótesis de cadera podemos utilizar prótesis selladas con un cemento de polimetilmetacrilato (cemento biológico para los huesos de peor calidad) y las prótesis no selladas en las que su unión al hueso se debe a su material poroso que permite el crecimiento del hueso integrando el componente, en los pacientes con mejor calidad ósea. Además, existen varios modelos de diseños de prótesis en el mercado, si bien en esencia son todas estructuralmente idéntica y la elección depende, principalmente, del tipo de paciente y la experiencia del cirujano. Nosotros utilizamos un modelo de prótesis de última generación recubierto de hidroxiapatita (compuesto del hueso) intentando evitar el cemento siempre que es posible

La  cirugía de prótesis total de cadera la realizamos entre 3 cirujanos utilizando casi siempre anestesia raquídea, es decir, dormir las piernas con un pinchazo en la espalda. Además el anestesista os suele sedar para que durante la intervención estéis cómodos y no os enteréis de nada. Suele durar alrededor de 75 minutos  y después de la cirugía os quedáis con ingreso hospitalario durante unos 4-5 días.

A partir del segundo día después de la cirugía os podéis levantar y comenzar vuestro proceso de rehabilitación. Este proceso es mucho mas sencillo que en otras cirugías ya que consiste básicamente en caminar cada día un poco mas. Las primeras dos semanas os ayudáis de dos muletas para caminar, que iréis soltando progresivamente. Durante 6 semanas tendréis que tomar una serie de medidas de prevención como evitar los asientos bajos y cruzar las piernas para evitar el riesgo de luxación de prótesis.

Los resultados son muy satisfatorios ya que se consigue un alivio del dolor, restauración de la función y mejoría en la calidad de vida. De todas las prótesis articulares que implantamos los traumatólogos la de cadera es la que tiene unos mejores resultados, desapareciendo el dolor y recuperación la movilidad en casi la totalidad de los pacientes. En el siguiente enlace puedes ver mas en detalle la cirugía de prótesis de cadera.

(Para mas información ver aquí Prótesis de Cadera)

 

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(Para ver Artrosis de Rodilla Pulsa aquí)

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Especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología y Miembro de la Junta Europea de Cirugía Ortopédica. Licenciado en Medicina y Doctor sobresaliente Cum Laude en la Universidad Complutense de Madrid. Número de colegiado nacional 282867216.