¿Qué es la lesión del Ligamento Colateral Medial o del Ligamento Lateral Interno (LLI)?
El ligamento lateral interno se encuentra en el parte medial o interna de la rodilla y a diferencia de los ligamento cruzados, se encuentra fuera de la articulación. El LLI conecta la parte superior de la tibia con la parte inferior del fémur resistiendo la desviación de la rodilla hacia dentro.
Una lesión del LLI la denominamos a menudo directamente esguince del ligamento lateral interno, ya que la mayor parte de las lesiones son estiramientos de las fibras del ligamento con pequeñas roturas parciales. El estiramiento o rotura del ligamento lateral interno se causa por una fuerza externa que desvía la rodilla hacia dentro (hacia la otra rodilla). Esto puede ocurrir por un mecanismo directo (en los casos menos graves) como un golpe en la parte externa de la rodilla, hasta un mecanismo indirecto de torsión (se clava la bota de fútbol), dónde las lesiones pueden ser mas graves, y asociar roturas de otras estructuras como el ligamento cruzado anterior y la rotura por compresión del menisco externo.
¿Cómo clasificamos las lesiones del Ligamento Lateral Interno?
Al igual que en otros ligamentos extra-articulares, como los del tobillo, utilizamos un sistema de graduación común para las lesiones del Ligamento Lateral Interno:
– Lesión grado 1; es la menos grave. Significa que su ligamento ha sido estirado pero no desgarrado.
– Lesión grado 2; significa que su ligamento se ha roto parcialmente. Esto generalmente causa cierta inestabilidad en la articulación de la rodilla. En general curan sin necesidad de cirugía.
– Lesión grado 3; es el tipo más severo de lesión ligamentosa del LLI. Ocurre cuando tu ligamento se ha roto por completo. La inestabilidad articular es común en este esguince, y requiere inmovilización prolongada o una intervención quirúrgica en función de las características del paciente y de las lesiones asociadas.
¿Cuáles son los síntomas de una lesión del Ligamento Lateral Interno?
Los síntomas de una lesión del LLI son similares a los síntomas de otros problemas menisco-ligamentosos tanto en mecanismo como sensación subjetiva del paciente:
– Chasquido en la rodilla (se rasga el ligamento)
– Dolor e inflamación a lo largo de la parte interna de la rodilla
– Inestabilidad*: sensación de que la rodilla va a ceder cuando al cargar el peso
– Bloqueos de la articulación de la rodilla: realmente son pseduo-bloqueos secundarios al dolor
*Los problemas con la estabilidad de la rodilla suelen indicar lesiones de grado 2 o grado 3.
¿Cómo se diagnostica una lesión del Ligamento Lateral Interno?
Tu traumatólogo sólo con la exploración y la historia, es probable que puede determinar si tienes una lesión del LLI. Durante el examen, tu médico te doblará la rodilla hasta los 30 grados de flexión y la presionará por fuera (estrés en valgo). Si eres capaz de relajarte con esta prueba determinaremos si la parte interna de la rodilla “está suelta”, lo que indicaría una lesión del LLI. Es importante que relajes los músculos de tus piernas durante el examen, ya que una contracción de los isquios puede simular una rodilla estable. Habitualmente solicitamos pruebas de imágenes pare ver directamente la lesión del LLI y descartar lesiones asociadas.
– Una radiografía simple descarta fracturas, y una radiografía en estrés (forzando el valgo) nos sirve para comprobar la inestabilidad; “como la rodilla se abre por dentro”
– Resonancia Magnética: Es la prueba de elección para ver directamente si el LLI está roto o no.
¿Cómo se trata una lesión del Ligamento Lateral Interno?
Las opciones de tratamiento varían según la gravedad de la lesión MCL. La mayoría de las lesiones MCL se curan solas después de algunas semanas de descanso y un programa de musculación personalizado.
– Tratamiento Inmediato o Tratamiento Inicial: El tratamiento inmediato es necesario para aliviar el dolor y ayudar a estabilizar su rodilla. Este tratamiento incluye:
1) Aplicación de hielo varias veces al día + Elevación de la rodilla + Ciclo corto de antiinflamatorios para aliviar el dolor y disminuir la inflamación.
3) Utilización de rodillera elástica o rodillera rígida en función de la gravedad para que comience la cicatrización del ligamento sin que las fuerzas “lo abran continuamente”usando muletas para mantener el peso fuera de su rodilla lesionada
3) Rehabilitación: A medida que se recupera de su lesión, el objetivo es recuperar la musculación de la pierna, ya que los músculos ayudan a proteger el ligamento, no sólo durante la recuperación sino también en el futuro.
Pulsa aquí para ver ejercicios de musculación de las piernas
– Tratamiento Quirúrgico: En raras ocasiones, la lesión del lateral interno requerirá una cirugía para su reparación o reconstrucción. La cirugía casi nunca la indicaremos como primera opción sino sólo cuando se cumplan una serie de condiciones. Estas condiciones son marcadores de mal pronóstico que pueden dejar secuelas que impidan el correcto funcionamiento de la rodilla:
– El ligamento se rompe de tal manera que no pude cicatrizar solo (grandes roturas con separación de los bordes)
– Cuando ya a fracasado la cicatrización durante 3 meses de tratamiento conservador correcto (rotura crónica).
– Cuando la lesión del LLI ocurre con otras lesiones de ligamentos, es decir, en las Lesiones Multi-Ligamentosas de Rodilla:
Pulsa aquí para ver lesiones de Ligamento Cruzado Anterior
Pulsa aquí para ver Lesion de Ligamento Cruzado Posterior
Antes de la cirugía, siempre hacemos una artroscopia para examinar a fondo el alcance de tu lesión y buscar lesiones asociadas dentro de la rodilla: Meniscos, ligamentos cruzados y cartílago. Después del examen artroscópico, tenemos dos opciones para tratar la lesión del ligamento lateral interno:
– Reparación directa del Ligamento Lateral Interno
Con unas suturas de tensión utilizamos los restos del ligamento lateral interna para repararlo y darle la resistencia y tensión adecuadas. Para ello la calidad del tejido debe ser buena. En ocasiones utilizamos un refuerzo tendinoso del propio paciente o de un donante para dar mas seguridad a la reparación. Esta intervención se hace a través de una incisión en la parte interna de la rodilla y requiere un programa rehabilitador posterior.
– Plastia Ligamentosa de Ligamento Lateral Interno
Utilizamos el tendón semitendinoso del paciente o un tendón donante de cadáver (aquiles o rotuliano habitualmente) para realizar una plastia que fijamos al fémur y la tibia utilizando grapas, anclajes o tornillos bio-absorvibles. Esta intervención se puede hacer con control de radioscopia a través de dos pequeñas incisiones o bien de manera abierta, habitualmente como parte de una cirugía multi-ligamentosa, en una luxación de rodilla.
¿Cuál es la pronóstico de la lesión del Lateral Interno?
El pronóstico generalmente es bueno independientemente de si se necesita cirugía o no. Los tiempos de recuperación varían según la gravedad de tu lesión del LLI. Como las lesiones de LLI grado 1 son menores, solo tardan unos días o par de semanas en sanar. Las lesiones de grado 2, sin embargo, pueden tardar hasta cuatro- seis semanas. Las lesiones de grado 3 son las más graves y tienen el tiempo de recuperación más prolongado. Por lo general, se necesitan entre ocho y doce semanas o más para que se cure este tipo de lesiones.
Lesiones Relacionadas
(Para ver Rotura de Menisco Pulsa Aquí).
(Para ver Rotura de Cruzado Posterior Pulsa aquí)
(Para ver Rotura de Ligamento Cruzado Anterior Pulsa aquí)
(Para ver lesiones Multi-ligamentosas de Rodilla Pulsa Aquí).