¿Qué es la Artroscopia de Rodilla ?
La artroscopia de rodilla es la técnica quirúrgica que nos permite a los traumatólogos tratar lesiones dentro de la rodilla sin tener que hacer incisiones longitudinales para abrir la piel ni la cápsula articular. Entramos en la articulación (“artro”) de la rodilla con una mínima cámara (“escopia”) de 4 milímetros de diámetro, lo que hace que el daño a los tejidos sea mínimo y la recuperación muy rápida. Además de los distintos procedimientos quirúrgicos que realizamos mediante la artroscopia de rodilla, esta técnica tiene dos ventajas únicas desde el punto de vista diagnóstico:
– Nos permite tener una visión directa del interior de la rodilla
– Tenemos la posibilidad de probar directamente la resistencia de los meniscos, cartílago y ligamentos de la rodilla
Esta capacidad hace de la artroscopia de rodilla la mejor técnica para el diagnóstico que existe para lesiones dentro de la articulación, por encima de pruebas como la resonancia magnética. El poder probar la resistencia de un ligamento tirando de él directamente, o someter a estrés al cartílago nos revela en ocasiones lesiones que pasan desapercibidas en las pruebas de imagen. Esto es debido en parte a que la resonancia magnética es una prueba con reconstrucciones informáticas a partir de una serie de “cortes” de nuestra anatomía mientras estamos tumbados (sin peso en las rodillas). Esto puede hacer que si estamos ante una lesión pequeña del cartílago que se mueve al caminar o agacharse, obtengamos una imagen normal, si ese fragmento queda en su sitio durante la realización de la prueba, o su línea de fractura queda entra cortes adyacentes. En otras ocasiones podemos ver como una lesión de mal pronóstico en la resonancia, no lo es tanto, o está en proceso de cicatrización durante la artroscopia. En la imagen os muestro una rotura de menisco vista por artroscopia que no era visible en la resonancia, pero el paciente tenía dolor persistente de mas de 4 meses.
Además de ver y diagnosticar, la artroscopia nos permite tratar muchas de las patologías más frecuentes de la rodilla. De hecho, cada día aumenta el número de intervenciones que somos capaces de hacer por esta técnica, que pertenece a la familia de las técnicas mínimamente invasivas (sin incisión).
Artroscopia de Rodilla ¿Cómo es la Cirugía?
En líneas generales la artroscopia consiste en realizar pequeñas incisiones en la piel a través de los cuales introducimos la cámara y los instrumentos de trabajo, ambos de un diámetro de entre 3 y 5 mm. Durante la intervención el paciente no siente nada de la cintura para abajo ya que la anestesia que se suele utilizar para una artroscopia de rodilla es la anestesia raquídea (un pinchazo de anestesia en la espalda), cuyo efecto dura alrededor de 4 horas.
Para realizar esta intervención colocamos al paciente en una mesa de artroscopia con la pierna colgando. Para poder mover la pierna con comodidad y acceder a los compartimentos interno y externo utilizamos una garra de bloqueo en el muslo del paciente.
Además utilizamos un torniquete neumático, que denominamos comúnmente isquemia para operar por artroscopia. La isquemia cierra el flujo sanguíneo de la pierna tras hincharse el torniquete hasta alcanzar los 250 mmHg de presión. Esto nos confiere la ventaja de poder ver mejor, al no mezclarse el suero que introducimos en la cirugía con pequeñas gotas de sangre, lo cual da una imagen turbia, y además evita la pérdida de sangre, la cual es casi inexistente en la artroscopia de rodilla convencional.
Ya con el paciente anestesiado, colocado y con la isquemia activada disponemos de un máximo de 90 minutos para llevar a cabo la cirugía, antes de tener que desinflar el manguito para que la sangre vuelva a fluir por la pierna. Antes de empezar la intervención montamos un campo estéril sobre la piel ya esterilizada y expandimos el instrumental quirúrgico (también estéril) que se conecta con la torre de artroscopia. Nos marcamos la rótula y el tendón rotuliano y a cada uno de los lados del tendón rotuliano, realizaremos dos «picotazos» con un pequeño bisturí, a través de los cuales realizamos la cirugía. Estos orificios los denominamos portales artroscópicos, y serán la única marca (imperceptible a las 4 semanas) que tendrá el paciente tras ser intervenido.
En cada técnica de rodilla concreta (cirugía de cruzado, cirugía de cartílago..), vamos a utilizar instrumentos específicos desechables (de un sólo uso), pero en todas las técnicas de artroscopia de rodilla existen una seria de instrumentos comunes:
– El artroscopio (cámara): Envía las imágenes en tiempo real a un monitor de alta definición, por el cual los cirujanos controlamos la cirugía en directo.
– Gancho palpador: De 3 mm, lo utilizamos para tirar de las estructuras ligamentosas y tendinosas, y palpar el cartílago y las partes duras.
– Sinoviotomo: De entre 3 y 5mm, hace la función de “afeitadora”, y lo utilizamos tanto para extirpar tejido dañado, como para quitar tejido inflamatorio.
– Vaporizador: Es el equivalente al bisturí eléctrico que utilizamos en cirugía abierta, con él coagulamos los pequeños vasos y cauterizamos partes blandas
Tanto estos instrumentos, como los dos portales anteriores que os he descrito, van a ser comunes a todas las artroscopias de rodilla, desde una lesión del cartílago a una rotura de menisco. En función de la técnica que estemos realizamos, además de estos instrumentos, utilizamos dispositivos específicos, como anclajes para ligamentos/tendones, brocas para realizar túneles, dispositivos para reparar el cartílago… Cada año se mejoran estos intrumentales de rodilla y aparecen nuevos sistemas de artroscopia de rodilla que nos hacen la intervención mas fácil a los cirujanos y aceleran la recuperación.
En las artroscopia de rodilla mas complejas como la sustitución de los ligamentos cruzados rotos, o los transplantes de cartílago, se requieren además de los dos portales anteriores, otros portales accesorios u otras incisiones de apoyo según la técnica que realizamos, ya que son muchas las lesiones de la rodilla que hoy en día tratamos por artroscopia.
¿Qué lesiones se tratan con Artroscopia de Rodilla?
La artroscopia ha sustituido en los últimos años a la cirugía abierta para tratar la mayor parte de las lesiones de rodilla que no requieren de una prótesis de rodilla del tipo que sea, las cuales inevitablemente vamos a tener que operar por cirugía abierta clásica. En el caso de la rodilla las intervenciones más frecuentes que se realizan por artroscopia son las siguientes
– Lesión o rotura de meniscos
– Rotura de ligamento cruzado anterior
– Rotura de ligamento cruzado posterior
– Lesiones del cartílago de la rodilla
– Quistes en la rodilla
– Luxación de rodilla o lesiones multi-ligamentosas
– Condromalacia rotuliana
– Tendinopatia del tendón rotuliano
¿Qué ventajas tiene la artroscopia?
Las principales ventajas de la artroscopia de rodilla frente a la cirugía abierta no están en la forma de reparar la lesión que intervenimos, sino en la rapidez de la recuperación y la disminución del dolor tras la cirugía. Realizar una cirugía por artroscopia implica “hacer los mismo que hacemos en cirugía abierta” pero por una técnica mínimamente invasiva. Dicho de otra manera, si por ejemplo queremos realizar un trasplante osteocondral en una lesión de cartílago, y descubrimos que la lesión es mas grande de lo planificado y no la podemos tratar por artroscopia, no realizamos un tratamiento parcial de la misma, sino que cambiamos a cirugía abierta. Esta situación por suerte suele ser excepcional y la mayoría de las lesiones la podemos tratar con esta técnicas mínimamente invasiva que le aporta al paciente varias ventajas:
– Una recuperación mas rápida
– Menor estancias hospitalaria
– Menos defecto estético
– Menor infección y problemas de cicatrización
La combinación de estas ventajas, hace que muchas de las intervenciones que realizamos hoy en día en cirugía ortopédica y traumatología deportiva en la rodilla, permitan al paciente ir a casa el mismo día de la intervención e incorporarse a sus actividades habituales en cuestión de un par de semanas. En contrapartida la dificultad de una intervención por artroscopia para el cirujano es mayor, lo que requiere una mayor curva de aprendizaje de cada técnica, en comparación con la técnica abierta y en ocasiones intervenciones mas largas.
¿Cómo es la Recuperación tras la Artroscopia?
La recuperación de una artroscopia de rodilla no va a depender de la artroscopia en sí misma, sino de la técnica quirúrgica que se haya realizado. Si realizamos una artroscopia para resecar un trozo de menisco roto, desde el día siguiente podemos hacer todas las actividades que el dolor nos permita, incluyendo deporte. Sin embargo, si hemos reconstruido un ligamento cruzado, tendremos que realizar un programa específico postoperatorio mientas la lesión cicatriza. En cualquier caso va a haber una serie de pautas comunes, que incluyen recuperar la movilidad articular, recuperar la musculatura y la propiocepción. Para ver en detalle la recuperación de cirugía de rodilla pulsa en la siguiente imagen
Videos de Artroscopia de Rodilla
(Pulsa aquí para ver Extirpación Menisco por Artroscopia)
(Pulsa aquí para ver Sutura Menisco por Artroscopia)
(Pulsa aquí para ver Cirugía Cruzado Anterior por Artroscopia)
(Pulsa aquí para ver Cirugía Cruzado Anterior por Artroscopia NUEVA TECNICA!)
(Pulsa aquí para ver Cirugía Cruzado Posterior por Artroscopia)
(Pulsa aquí para ver Cirugía Quiste Parameniscal por Artroscopia)